CAPÍTULO 4 : RELATO 3 Los Shelly MacCarthy y Comenford Tomás Shelly MacCarthy

¿Quién fue Tomás Shelly MacCarthy?
Guerra del Opio, y litografías de Veracruz siglo XIX.
Fuentes:  Efacico   Aguapasada   Pocas-palabras-las-guerras-del-opio  

Un viaje de diez mil kilómetros, empieza por un solo paso.

Proverbio chino.

Tomás Shelly MacCarthy, según los datos que constan en su partida de bautismo, localizada en el Archivo Diocesano de Orihuela, nació en Alicante el año 1791. Este dato no coincide con la información contenida en una de las actas de la Junta Directiva de la Compañía de Filipinas, de 4 de marzo de 1816 (Archivo General de Indias o AGI, Filipinas, 983); en la misma se dice que en aquel momento tenía 28 años, lo cual indicaría que su año de nacimiento fue el 1788. En este relato damos por válida la fecha del acta bautismal.

Según consta en el Nobiliario Alicantino del barón de Finestrat, Tomás Shelly MacCarthy murió antes de 1843. Se desconoce cuál fue su estado civil y si tuvo o no descendencia.

El contenido del documento bautismal deja claro que los padres de Tomás Shelly MacCarthy eran Cornelio Shelly O’Ryan y María MacCarthy O’Herm. Así mismo, informa de que, si bien nació en Alicante, fue llevado a Irlanda con dos meses de edad, para ser bautizado por su tío Edmundo Shelly, cura párroco de Rossbercon en la diócesis de Ossory. Indica, también, que, en dicho país, actuaron como padrinos Tomás Shelly, posiblemente su abuelo paterno y María Shelly, probablemente, una de sus tías paternas. Informa, así mismo, de que ambos lo hicieron en nombre de Félix MacCarthy y de María Vercruysse, que se encontraban viviendo en España y eran los verdaderos padrinos; el primero, tal vez su tío materno y la segunda, hija de una tía paterna casada con Guillermo de Vercruysse.

El acta bautismal reafirma que Cornelio Shelly O’Ryan y María MacCarthy O’Herm, padres de Tomás Shelly MacCarthy estaban afincados en Alicante.

Registro del Bautismo de Tomás Shelly MacCarthy.
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Fuente:  Archivo Histórico Diocesano de Orihuela.  
Registro del Bautismo de Tomás Shelly MacCarthy.
Transcripción

En la ciudad de Alicante a diez de septiembre del año mil setecientos noventa y cuatro, el Rdo. D. Tomás Sánchez, cura propio de la parroquia colegial insigne catedral de San Nicolás de la misma, en virtud de Decreto, de fecha en Alicante, a veinte y dos de abril de mil setecientos noventa y cuatro, del Ilmo. Pbro. D. Antonio Derpuig y Dameto, Obispo de esta Diócesis, extendí la siguiente nota de Bautismo extraído de una certificación librada por D. Edmundo Shelly, cura párroco de Rossbercon, diócesis de Ossory, en el reino de Irlanda, la que es a la letra del tenor siguiente:
Ego Infrascriptur Gaston de Rossbercon, Diaconis assoncisis in Regno Hiberniae teston me Baptizase secundum Ritum Sacrae Romana Eclesiae, Thoman Edmundum Filium Domini Corneli Shelly mercator constituti et Sancitun Alicante, D Domina María Mc Carthy ejus uxoris, Duobis mensibus, A Diebus Elapsis paso ajuur appulsum, in hoc nostrum Regnum - Die prima Mensis January, anna a +ngines PaxAv Millesimo Septintuagentisimo nonagesimo primo - cujus Ave exparte Patris fuerunt Dominum Toma Shelly et Domina Joanna O'Ryan ex sanguine generoso evati, et ex matris parte fuerunt Dominus Felix Mc Carty et Domina María Theon mercatores waterfordienses, ejus succeptores fuerunt Dominus Tomas Shelly et Domicela María Shelly, in nomine Domini Felicis Mc Carty, et Domina María aercanijis tunc temporis in Hispania existentiu. Ha testor hac 30 July 1792.
D. Tomás Sánchez.

Traducción texto latín:
Yo, el abajo firmante Gastón de Rossbercon, de la diócesis de Ossory, en el reino de Irlanda, declaro que bauticé, el día 1 de enero de 1.791 d. C. (lit., después del parto de la Virgen), a Tomás Edmundo, hijo del Sr. Cornelio Shelly, constituido mercader mayorista y empadronado en Alicante, y de la Sra. María MacCarthy, traído a nuestro reino dos meses y unos días después de que esta lo diera a luz. Sus abuelos, de parte de padre, fueron el Sr. Tomás Shelly y la Sra. Juana O’Ryan, ambos de noble linaje, y, de parte de madre, el Sr. Félix MacCarthy y la Sra. María O'Herm, comerciantes de Waterford, y sus padrinos fueron el Sr. Tomás Shelly y la señorita María Shelly, en nombre del Sr. Félix MacCarthy y de la Sra. María Vercruysse, que se encontraban en aquel momento en España. Doy fe de esto el día 30 de julio de 1.792. Edmundo Shelly - Gastón de Rossbencón.


Árbol Genealógico de Tomás Shelly MacCarthy.
Fuente: Investigación interna, www.myheritage.es
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Tomás Shelly MacCarthy trabajó para la Factoría de Cantón de la Real Compañía de Filipinas. Ocupaba el cargo de factor, equivalente a lo que actualmente se conoce como gerente. Ander Permanyer Ugartemendia, en su tesis doctoral, comenta que su cargo como Factor Único en la Factoría de Cantón fue impugnado por un señor llamado Lorenzo Calvo, ganando el recurso al tener más antigüedad en la plaza.
Parece ser que, pese al cargo ocupado, Tomás decidió volver a España por cuestiones de salud, derivadas del clima de la zona. A su vuelta, se le propuso incorporarse a la sede central de la Compañía en Madrid, con el cargo de responsable de teneduría de libros, sin que se haya podido comprobar si aceptó y llegó a ocuparlo.

Empleados de la Real Compañía de Filipinas en Asia. Lista de los cargos de factor primero y segundo de la Factoría de Cantón.
Fuente: Ander Permanyer Ugartemendia. Tesis Doctoral, Universidad Pompeu y Fabra, 2013.
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En una de las actas de la Junta Directiva de la Compañía de Filipinas, de 4 de marzo de 1816 (Archivo General de Indias o AGI, Filipinas, 983), se ofrecen otros detalles de la vida de Tomás Shelly MacCarthy. Se dice que era natural de Alicante, que en aquel momento tenía 28 años, que se había educado en Inglaterra, y que hablaba inglés y francés. Así mismo, explicita que había trabajado en una casa de comercio en Londres, que había continuado su formación mercantil en Francia y que había realizado diversos viajes a las colonias españolas de. Por otro lado, en dicha acta se dice que, poco antes de su nombramiento en la Real Compañía de Filipinas, estaba “establecido y asociado a una casa de comercio de muchas relaciones en Barcelona”, sin que se cite el nombre de la misma.

Lienzo pintado por Goya sobre una sesión de la Junta de Accionistas de la Real Compañía de Filipinas. Está presidida por el rey Fernando VII, rodeado por el ministro de Indias y el presidente de la Compañía.
Fuente: Fundación Goya en Aragón.
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Entre el último cuarto del siglo XVI y principios del XIX, la ruta comercial marítima entre Asia, América y Europa, utilizada por la Real Compañía de Filipinas, fue la conocida como Nao de China, Galeón de Manila o Galeón de Acapulco. Era un itinerario que conectaba por mar a España y Filipinas, a través de México.

En España, los barcos partían de Sevilla hacia la ciudad mexicana de Veracruz. Desde dicha localidad, las mercancías eran llevadas por tierra hasta Acapulco, desde donde se volvían a embarcar dirección Manila, en Filipinas. Era una ruta, propiciada por la Corona española, alternativa a las antiguas vías terrestres y a la que rodeaba el Cabo de la Buena Esperanza. En el trayecto, además de pasajeros, frailes y correspondencia, entre Europa, América y Asia se transportaba plata y mercancías de lujo (seda, tejidos de algodón, lacas, especias, marfiles). Desde Sevilla las mercancías llegadas se distribuían por toda Europa vía terrestre i/o marítima.

La llamada ruta Nao de China, Galeón de Manila o Galeón de Acapulco unió por mar a España (Sevilla) y Filipinas (Manila) a través de México.
Fuente: Investigación interna
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A principios del siglo XIX, el alto coste de mantenimiento del Galeón de Manila, la Independencia de México en 1821, el auge del Reino Unido como potencia mundial en el comercio entre Asia y América, y las importantes pérdidas económicas, conllevaron que se pusiera fin a las relaciones comerciales entre Manila, Acapulco y Sevilla. Tras más de 200 años, la Corona española decidió suprimir la ruta comercial del Galeón de Acapulco, hiriendo de muerte a la Real Compañía de Filipinas.

La nueva situación motivó la reorientación de las actividades privadas de los empleados de dicha compañía, y un sector importante optó por entrar en el comercio del opio con China.
En el puerto chino de Cantón, hacía años que los portugueses vendían el opio indio a China Tenía un uso medicinal para combatir la disentería y las diarreas. Era un comercio cuyo protagonismo posterior pasó a manos de los holandeses y, finalmente, de los ingleses.

Los llamados Diarios de Agote, permiten comprender la implicación de los españoles en el negocio del opio. Se conservan en el Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia. Contienen información sobre el comercio del opio entre la India y China, en el puerto de Cantón, desde 1810 hasta 1839, cuando estalló la Primera Guerra del Opio. Los diarios de Agote constituyen el único testimonio directo de las actividades de un Factor de la Real Compañía de Filipinas. La tesis doctoral de Ander Permanyer Ugartemendia (2013), aborda esta cuestión y cita, explícitamente, que a diferencia de otros cargos superiores de la Compañía de Filipinas, Tomás Shelly MacCarthy se desvinculó, totalmente, del tráfico de opio.

A lo largo del siglo XVIII, la práctica de fumar opio se extendió tanto entre la población china que sus gobernantes promulgaron edictos de pena de muerte a sus vendedores, establecieron políticas de aislamiento con el exterior y de limitación del comercio internacional en el puerto de Guangzhou (Cantón). Todo ello generó un sinfín de conflictos, especialmente con Inglaterra, conocidos como las Guerras del Opio. China intentaba prohibir el opio y reconducir las graves consecuencias sociales y económicas generadas por la fuerte adición de su población. Inglaterra perseguía contrabandear con el opio procedente de la India británica e introducirlo en China. La derrota de China forzó al gobierno a tolerar el comercio de opio, ceder Hong Kong a Gran Bretaña y ampliar el territorio concedido a los portugueses.

Ilustraciones referentes a la guerra del Opio en China.
Fuentes:  1) Alitadepollo.net   2) En-pocas-palabras-las-guerras-del-opio  

Los llamados Diarios de Agote se conservan en el Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia. Constituyen el único testimonio directo de las actividades de un Factor de la Real Compañía de Filipinas.
Fuente: Untzi Museoa-Museo Naval de Donostia.

Se desconoce cuándo y dónde murió Tomás Shelly MacCarthy. Si se conoce, por un documento, de 8 de septiembre de 1818, del Archivo general de Indias o AGI -Filipinas, 993-, que pidió la Cruz de la Orden de Carlos III, sin que, por el momento, se haya podido averiguar la resolución de dicha demanda.
Difícilmente Tomás Shelly MacCarthy imaginó que, años después, otro Shelly, Dionisio Shelly Correa pisaría tierras chinas y filipinas, pero, de buen seguro, nunca imaginó que a mediados del siglo XX, otros Shelly la pisarían para vivir y trabajar en ella, con gran fortuna.

Escrito por Rosa María Pujol Vilallonga
Espero que os haya gustado. No os perdáis el siguiente CAPÍTULO...
Agradecimientos de este Capítulo (4)


El agradecimiento de este capítulo sigue siendo para todos aquellos autores que, sin conocerlos directamente, muy generosamente, ponen a disposición del público, en general, el resultado de sus investigaciones y conocimientos.
Quiero hacer mención de Guillermo C.R.G. Pérez, responsable del blog http://ancienhistories.blogspot.com.es/, “Contando historias antiguas de militares”.
También debo mencionar a los responsables de pequeños museos locales que, con medios, generalmente, muy escasos, recogen y recopilan historias locales que de otro modo se perderían.
Agradezco a Aurelio Bermejo Fernández, catedrático de latín, su ayuda desinteresada para la traducción de las actas bautismales escritas en latín.


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