CAPÍTULO 4 : RELATO 2 Los Shelly MacCarthy y Comenford Juana Shelly MacCarthy

¿Quién fue Juana Shelly MacCarthy?
Imagenes antiguas de Uruguay.
Fuentes:  Stampcircuit.com   Conlacamara.com   Mercadolibre.com  

“Yo tengo por enemigo a una nación de 12 millones de almas, bravas, irritadas hasta lo indecible”

José I, rey de España y hermano de Napoleon Bonaparte.

De Juana Shelly MacCarthy se desconoce la fecha y lugar de nacimiento. Según el Nobiliario del barón de Finestrat murió antes del año 1853. También, en la necrológica aparecida en los periódicos, El Heraldo y La España, se indica que murió el 5 de mayo de 1853.

En las Actas del Congreso Internacional de Historia de América. (Academia Nacional de la Historia, Parte 2. La Academia, 1938), se cita a Juana Shelly MacCarthy de la que se dice que estaba casada con Francisco Núñez de Pino Ramery.
En los documentos consultados se asignan, indiferentemente, al marido de Juana Shelly MacCarthy, los apellidos Pino, de Pino y Núñez del Pino, así como Ramerey o Rameri. El más usual suele ser Núñez del Pino debido a su pertenencia al linaje del ducado de Fernán Núñez.
El marido de Juana Shelly MacCarthy, nacido en 1769, era natural de San Sebastián. Según el Nobiliario del Barón de Finestrat era brigadier de Artillería y otras informaciones lo citan como general de Artillería. Por otro lado, en el Archivo Municipal de Bergara (nº 1100) consta su entrada (1778) y posterior salida del Seminario.

Árbol Genealógico de Juana Shelly MacCarthy.
Fuente: Investigación interna, www.myheritage.es
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Francisco del Pino Ramery, marido de Juana Shelly MacCarthy, participó en la Guerra de la Independencia. Su posible apoyo a José I, le supuso a su familia, al finalizar la guera, ser tachada de afrancesada. Ello podría explicar la deportación a Francia del matrimonio. Una deportación que fue narrada, desde la perspectiva humana, por un anónimo que compartió su misma suerte y que al conocer el fallecimiento de Juana Shelly MacCarthy publicó en la prensa de Madrid.
La narración permite conocer el trayecto que hicieron los deportados en su peregrinar hacia Francia. Según dice, el convoy salió de Valencia en dirección a Alcalá de Chivert, hasta Castellón, para dirigirse hacia Canfranc. Allí, a pie y en medio de una gran nevada, los prisioneros atravesaron el puerto de montaña. Una vez en Francia, fueron llevados hacia el depósito de Beaune, en Borgoña. Unos meses más tarde, por disposición del gobierno de Napoleón, los altos cargos militares fueron trasladados hacia el Norte, a Símur.

Ruta realizada por Juana Shelly MacCarthy y su marido Francisco Núñez de Pino Ramery cuando los deportaron prisioneros a Francia en enero de 1812 entre los que se encontraban.
Fuente: Elaboración propia s partir de la información del álbum familiar de Carolina Correa Sotomayor.
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A tenor del contenido del escrito, Juana Shelly MacCarthy era una mujer hermosa, bondadosa, cariñosa y caritativa, siendo, así mismo, persistente, dado que consiguió revocar la orden de ejecución de otro de los prisioneros que había intentado huir.

El marido de Juana Shelly MacCarthy, era el menor de siete hermanos nacidos del matrimonio entre Ignacia Ramery Echauz y Joaquín del Pino Sánchez de Rozas. Éste al quedar viudo se casó en segundas nupcias (1783) con Rafaela de Vera Mújica y López Pintado, matrimonio del que nacieron nueve hijos. Así pues, Juana Shelly MacCarthy tenía un total de 15 cuñados, 6 eran hermanos de su marido y nueve eran hermanastros por parte de padre.
El suegro de Juana Shelly MacCarthy, Joaquín del Pino Sánchez de Rozas, además de ingeniero militar, fue un importante político que llegó a ser Virrey del Río de la Plata (1729-1804), la actual Argentina. Además de su suegro, en la familia de su marido, hubo otros políticos importantes. Entre ellos, el General José Esteban de los Reyes Brito del Pino, sobrino del marido de Juana, que fue Ministro de Defensa de Uruguay (1797-1877); Bernardino Rivadavia, cuñado de Juana, que fue el primer Presidente de Argentina.

Antepasados de Francisco del Pino Ramery, marido de Juana Shelly MacCarthy.
Fuente:  Wikipedia.org  

Del matrimonio entre Juana Shelly MacCarthy y Francisco del Pino Ramery nacieron cuatro hijos: Francisco, Pilar, Francisca y Juana.

De Pilar Pino Shelly, hija de Juana Shelly MacCarthy y Francisco del Pino Ramery, no se ha localizado información alguna. Una tercera hija, Juana Pino Shelly, nació en La Habana (Cuba) y se casó con Pascual Puerto Lillo, natural de Alicante, teniendo, al menos, una hija, Pilar Puerto Pino, casada con Balbín Mancheño Puerto.
Otra de las hijas de Juana Shelly MacCarthy y Francisco del Pino Ramery, Francisca Pino Shelly, se casó con José Zaragoza P. de Lechuga, Gobernador Civil, Académico de la Historia y Gran Cruz de Carlos III. De dicho matrimonio nació una hija que dio varios bisnietos a Juana Shelly MacCarthy. Uno de ellos fue Fernando Álvarez Sotomayor Zaragoza, pintor gallego de gran relevancia y director del Museo del Prado (1921 a 1931 y de 1939 a 1960). Otro de los bisnietos se casó con María Escrivá de Romaní y Fernández de Córdoba, hija del III marqués de Monistrol y de la XV condesa de Sástago.

Algunos descendientes de Joana Shelly MacCarthy.
Fuentes:  1) Pinacoteca de la Universidad de Concepción.   2) Wikipedia.org.  

Breve nota bibliográfica de Fernando Álvarez Sotomayor Zaragoza, bisnieto de Juana Shelly MacCarthy.
Fuente:  Scribd.com  

Fernando Álvarez Sotomayor Zaragoza

Nace en Ferrol en 1875 un día 25 de septiembre, siendo el segundo hijo varón del matrimonio formado por don Pedro Álvarez de Sotomayor y Flores y doña María de la Asunción y Núñez del Pino.
Su padre, marino de profesión, está destinado en esta plaza habiendo alcanzado la graduación de Teniente de Navío en la Armada Española; su madre, hija de don José Zaragoza, importante político.
Al fallecer su padre de forma repentina en 1879, queda la viuda con sus tres hijos varones, José, Fernando y Francisco y así, pasan de una vida tranquila y sosegada a la de la pesadumbre por la falta paterna y, por supuesto de tristeza.
Su madre con 28 años se ve al frente de la situación sin recursos y afronta la necesidad de ir desprendiéndose poco a poco de sus enseres y joyas más valiosas junto con todo aquello que había formado parte del patrimonio familiar, circunstancia que parece ser que Fernando retiene en su memoria y, como consecuencia, marcaría su carácter. Gracias a su hermano mayor, José, de temperamento más fuerte y energético, llegó a entender su deber como descendiente de sus ancestros que le imponía una respuesta fuerte y varonil.
De acuerdo con la familia su madre decide trasladarse a Madrid donde contaban con la ayuda de ellos y de amigos. Su abuelo (José Zaragoza P. de Lechuga) en 1884 les consigue plaza en el colegio El Escorial para que estudien el bachillerato ……………………………………

De Francisco Núñez del Pino Shelly, hijo mayor de Juana Shelly MacCarthy y Francisco del Pino Ramery, tan sólo tenemos la referencia publicada el 15 de agosto de 1832, en el nº 119 del periódico El Faro Nacional. Por dicha nota se sabe que fue un presbítero esclaustrado y cura ecónomo, trasladado, en aquella fecha, a la Iglesia de Jaén.
Un cura ecónomo es un religioso encargado de administrar los bienes de una diócesis. Un presbítero esclaustrado es un sacerdote expulsado de su casa religiosa o convento durante una desamortización. Francisco Núñez del Pino Shelly, hijo mayor de Juana Shelly MacCarthy estuvo afectado por una de ellas. Durante el siglo XIX, con el fin de incrementar las vacías arcas del Estado, el gobierno promulgó varias desamortizaciones de los bienes eclesiásticos. Las más importantes fueron la de Mendizábal en 1836, durante el reinado de Fernando VII, y la de Madoz en 1855, durante el Bienio Progresista.

Noticia sobre Francisco Núñez del Pino Shelly, hijo mayor de Juana Shelly MacCarthy y Francisco del Pino Ramery.
Fuente:  Nº 119 de El Faro Nacional, 15 de agosto de 1832.  

Gracia y Justicia. Nombramientos publicados el 12 de agosto. S. M. la Reina (Q.D.G.) ha tenido a bien dictar las resoluciones siguientes:

PARTE ECLESIÁSTICA


Nombrado por real decreto de 6 del corriente para las prebendas de las iglesias metropolitanas, sufragáneas y colegiales que a continuación se expresan a los sujetos siguientes:
Canonjía de metropolitana. Para una canonjía de la Santa iglesia de Tarragona, vacante por haber quedado sin efecto el nombramiento de Don Juan José Pérez, canónigo de Gerona, a D. Francisco García, canónigo de Urgel.
Beneficio de metropolitana. Para el beneficio de la santa iglesia de Sevilla, vacante por promoción de D. Juan Climaco Márquez a una capellanía real de San Fernando, a D. Fernando Romero Cisneros, presbítero esclaustrado.
Canonjía de sufragánea. Para una canonjía de la iglesia de Tortosa, vacante por renuncia del electo D. Gaspar Torella, a D. Manuel Saldos, canónigo electo de Oviedo.
Beneficios de sufragáneas. Para los beneficios de las iglesias sufragáneas que a continuación se expresan a los sujetos siguientes:
Almería. Para un beneficio vacante por traslado del electo D. Juan Leal a otro de la iglesia de Jaén, a D. Francisco Núñez del Pino, presbítero esclaustrado y cura ecónomo.

Noticia: Se desconoce si Francisco Núñez del Pino Shelly, hijo mayor de Juana Shelly MacCarthy, se vio o no afectado por este tipo de corrupciones.
Fuente:  Boletín Oficial de Madrid nº 2405, 17 de marzo de 1846.  

PARTE OFICIAL

MINISTERIO DE HACIENDA, Real orden


La dirección general del tesoro ha expuesto a este ministerio la necesidad de cortar los abusos que existen en el pago de las pensiones de regulares esclaustrados, cuyos habilitados, faltando a las reiteradas prevenciones hechas sobre el particular, y consistiendo ilícitos y reprobados aroaños, no solo comprenden en las nóminas a muchos individuos que por haber adquirido otros medios de subsistencia no tienen derecho a sus respectivas pensiones, sino que incluyen además sujetos que están cobrando en otras provincias, o han salido hace tiempo de España.
La dirección ha manifestado también que existen torpes manejos en cuanto el destino de las crecidas sumas que dichos habilitados cobran con aplicación a verdaderos o supuestos acreedores o herederos de los esclaustrados fallecidos. Y S.M., enterada de todo, y viendo por una parte confirmada la exactitud de estas observaciones por el hecho mismo de no haber disminuido esta carga del erario en proporción…

Durante las desamortizaciones del siglo XIX, para satisfacer la deuda pública del Estado, las propiedades incautadas fueron sacadas a la venta, en subasta. Con la medida tomada se esperaba que además de sanear la economía del Estado, se impulara la circulación de dinero. Sin embargo, los grandes beneficiarios de la medida fueron el Estado que la saneó y la burguesía capitalista que incrementó sus propiedades.
Según la información del mes de enero de 1860, aparecida en el periódico La Iberia, años después de la muerte de Juana Shelly MacCarthy, la Junta de Deuda Pública reclamó la presencia de sus herederos. La finalidad del reclamo era recoger los créditos de deuda del personal, emitidos en virtud de las liquidaciones practicadas por dicha Junta. El contenido de la noticia hace suponer que Juana Shelly MacCarthy había adquirido bonos del Estado y ahora debía recibir lo invertido con los intereses correspondientes.

Nota de prensa en la que se reclama la presencia de Juana Shelly MacCarthy para cobrar los créditos de deuda personal.
Fuente:  La Iberia (Madrid. 1854), 10 de enero de 1860.  

GUBERNATIVO

………………………………………………………………………………


Por la Junta de la deuda pública se llama a los señores que siguen a recoger los créditos de deuda personal, que en su favor se han emitido, previas las formalidades de la ley:
Coruña
74290 D. Blas López
74394 D. Joaquín Pérez Pinedo
………………………………………………………………………………
Central
74439 D. Dionisio Echegaray
74449. Excmo. Sr. D. Bernardino Fernández de Velasco, duque de Frías
74441 D. Joaquín Lorenzo Mozo
74442. Doña Juana Shelly
…………………………………………………………………………………
Madrid 26 de noviembre de 1839 – Vº Bº- El director general presidente, Sancho. – El secretario, Ángel F. de Heredia.

Los periódicos La España y El Heraldo el día 11 de mayo de 1853 publicaron la muerte de Juana Shelly MacCarthy. Viuda desde hacía 17 años. Sus funerales se celebraron en la Iglesia de San Esteban de Valencia.

Noticia narrando la deportación a Francia de Juana Shelly MacCarthy y su marido Francisco del Pino Ramery.
Fuente:  Álbum familiar de Carolina Correa Sotomayor., La España, nº 1566, de 11 de mayo de 1853., El Heraldo (Madrid), 10 de mayo de 1853.  

Detalles necrológicos sobre Juana Shelly MacCarthy

Acaba de fallecer en Valencia la excelentísima señora doña Juana Shelly del Pino, viuda del general de artillería don Francisco Núñez del Pino. A propósito de esta ilustre señora, notable por sus prendas morales y físicas, leemos lo siguiente en el Diario Mercantil de Valencia, correspondiente al día 5 del actual:
«Damos cabida con el mayor gusto al siguiente escrito, que se nos ha comunicado para su inserción, y el cual creemos ofrece algún interés para nuestros lectores por los detalles que contiene acerca del carácter y altas cualidades de una persona distinguida y respetable que acaba de fallecer en esta capital. En el mes de enero de 1812 conocí entre las personas de que se componía el último convoy de prisioneros que desde esta capital salió para Francia, a una señora que seguía con su esposo la misma suerte; su hermosura, gracia y amabilidad cautivaron los corazones de todos los prisioneros, desde el momento en que se la vio por primera vez; además su bondad y cariñoso cuidado se extendía a todos los infelices, a quienes mitigaba con socorros y palabras de consuelo la triste suerte que les había cabido. Entre otros rasgos de su bondad, debo hacer particular mención del que usó en la jornada que hicimos desde Castellón de la Plana a Alcalá de Chisbert, en la que dada la orden por el coronel, jefe de la columna, de fusilar a un capitán prisionero por habérsele fugado un individuo de quien era fianza, y a punto ya de ejecutarse tan terrible sentencia, consiguió a fuerza de lágrimas y ruegos, y tan luego como supo por el que escribe estas líneas de aquel fatal acontecimiento, que el coronel revocase la orden, que sin su mediación se hubiese llevado a efecto, devolviendo la vida y la patria al honradísimo D. V. R., que todavía vive en ésta ciudad. Continuó todo el camino hasta el depósito, siendo el ángel consolador y el ejemplo de todos los prisioneros, y dando muestras continúas de su caritativo interés por la suerte de los más necesitados, y de su resignación y conformidad en los trabajos y penalidades a que estábamos sujetos. Así es que se la vio en más de una ocasión caminar a pie por el barro y nieve que caía en abundancia, y por no permitir el malísimo camino viajar ni aun a caballo, sin desplegar de sus labios la más mínima queja, ni proferir más palabras que las de consuelo; tal fue, entre otras jornadas, la del paso del Pirineo por Canfranc, en la que apoyada en el brazo, ya de su esposo, o ya en el de algún amigo compañero de infortunio, le hizo de esta suerte animando a su conductor cuando le rendía la fatiga y el cansancio, como me sucedió a mí mismo. Llegada al depósito de Beaune, en la Borgoña, se hizo conocer al momento, así como lo había sido en todo el camino, por su rara belleza, encantadora juventud y bondad sin igual, sin perdonar jamás ocasión de atender al alivio de los desgraciados, que la, miraban y respetaban como a una madre tierna y cariñosa La suerte nos separó a mediados del mismo año 1812, en que, por disposición del gobierno de Napoleón, se estableció un nuevo depósito en Scímur para los generales y coroneles españoles, a cuyo punto sé trasladó con su esposo, no sin gran sentimiento y desconsuelo para los quedábamos en Beaune. Desde entonces no he tenido, el gusto de volverla a ver, para poderle tributar, como siempre he deseado, mi eterno agradecimiento por los favores y cuidados que me dispensó en los primeros años de mi juventud y de mí desgracia, y la suerte ha hecho de modo que haya ignorado hasta hoy dónde se hallaba últimamente. Esta misma suerte o casualidad me ha conducido hoy a horas en qué el mes anterior no. hubiera podido disponer de mí persona sin faltar a mí deber hacia la iglesia de San Esteban, y llamándome la atención las bayetas o paños negros que decoran fúnebremente las puertas de esta iglesia, he entrado en ella, y he visto un cadáver colocado en el féretro; habiendo preguntado quién era, he tenido el sentimiento dé saber que era la Excma. Señora doña Juana Shelly de Pino, la misma que dejo referido, y que hace 41 años he deseado ver. Reciba, pues, esta señora en el cielo, ya qué no ha podido ser en la tierra mi justo y eterno agradecimiento, y tenga yo también la satisfacción de hacer públicas las bellas cualidades que han adornado a la bellísima señora doña Juana Shelly, cuyo cadáver no habrá inspirado quizás en algunas personas el interés que por sus virtudes se merece.
Valencia, 4 de mayo de 1853 Soy de Vd. atentó y S. S. —V.,M. • -

Escrito por Rosa María Pujol Vilallonga
Espero que os haya gustado. No os perdáis el siguiente CAPÍTULO...
Agradecimientos de este Capítulo (4)


El agradecimiento de este capítulo sigue siendo para todos aquellos autores que, sin conocerlos directamente, muy generosamente, ponen a disposición del público, en general, el resultado de sus investigaciones y conocimientos.
Quiero hacer mención de Guillermo C.R.G. Pérez, responsable del blog http://ancienhistories.blogspot.com.es/, “Contando historias antiguas de militares”.
También debo mencionar a los responsables de pequeños museos locales que, con medios, generalmente, muy escasos, recogen y recopilan historias locales que de otro modo se perderían.
Agradezco a Aurelio Bermejo Fernández, catedrático de latín, su ayuda desinteresada para la traducción de las actas bautismales escritas en latín.


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