Mami in Memoriam
Este blog dedicado a los Shelly es un pequeño homenaje a mi tía Isabel Shelly Larraondo conocida por nosotros como: Mami, (usaré este apodo en todo los relatos para referirme a ella y como punto de referencia en el tiempo).
Una mujer que para mí siempre fue distinta y fascinante, al igual que lo ha sido conocer lo que había detrás de sus silencios familiares. En la medida que he ido ahondando en sus antepasados, he ido adivinando la magia que envolvía los encuentros con mi tía. Soy la mayor de todos vosotros, y quizás os sorprenda o no lo comprendáis, pero en mi época de adolescente contestataria, rebelde y en plena dictadura, mi tía Isabel supo transmitirme la importancia de un pensamiento abierto y la grandeza de saber liberarse de todo tipo de ataduras. Ahora sé que transmitía la sencillez del que vive como si no tuviese nada y la dignidad silenciosa del que posee una mochila repleta de una historia diferenciada. A ella también, en gran parte, le debo mi decisión de estudiar una carrera universitaria.
También quisiera dedicar toda mi investigación en la rama familiar de los Shelly, a todos los que habéis venido detrás de mí y que habéis nacido o estáis viviendo en países muy diversos: Pati, David, Guegue, Susana, Moi, Andrea, Érica, Luca, Alex, Adrián, Marcos, Etna, Kuei, Daniela, Martina, Elea, Noan y Guille.
El apellido Shelly de esta rama familiar terminará al morir Carmen Shelly Larraondo, hermana de Mami y lo más probable es que vuestros hijos, nietos y bisnietos terminen acordándose vagamente los unos a los otros. Pero en cualquier lugar del mundo y en cualquier época histórica, cualquiera de nosotros es siempre pasado y futuro unidos en el presente. Para que todos vosotros podáis vivir un presente proyectado de futuro espero que este blog os ayude a tener presente, el pasado.
Es probable que al leerlo más de uno se sorprenda ya que jamás haya imaginado un mundo familiar relacionado con obispos, militares, infantes, condes y marqueses. Para que ninguno de vosotros tenga la tentación de enraizarse en pensamientos vanidosos, reproduzco un texto que encontré en una web genealógica relacionada con diversas mujeres Shelly:
“Cualquiera que eche un vistazo a nuestro árbol genealógico se quedará sorprendido ante la presencia de tanta nobleza e hidalguía. Lamento que alguno pueda sentirse decepcionado por lo que voy a decir, pero que nadie se llame a engaño: ”no es oro todo lo que reluce”. Me explico: el que descendamos de personajes de la aristocracia, generales y almirantes, nobles y caudillos guerreros, dueños de castillos y territorios, incluso de los mismos monarcas que ocuparon los tronos de León y Castilla allá por la edad media, es un hecho incontrovertible, no admite la menor sombra de duda, y ahí están los archivos y registros para acreditarlo... Pero, insisto: que nadie se deje deslumbrar por tanto apellido rimbombante... Hagamos una reflexión de humildad y acordemos que a este árbol le faltan muchas ramas: son aquéllas de tantas familias anónimas, plebeyos y gentes corrientes, honrados trabajadores y, por qué no, villanos y delincuentes, que también han contribuido a nuestra digna existencia; sin olvidar, desde luego, a tanta bastardía de entre nuestros muy hidalgos antepasados.
¿Alguien lo duda?”
Miguel Pardo de Donlebún Quijano, Escritor.